ASERTIVIDAD.
La asertividad es un comportamiento comunicacional maduro en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.
La asertividad es un comportamiento comunicacional maduro en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.
Personalmente, no soporto a las personas que gritan.
No se si es que se piensan que por hablar más alto y más fuerte que los demás
van a llevar más razón. Pero mucha gente piensa que siendo agresivo e imponiendo
sus puntos de vista a los demás, conseguirá el éxito.
En el mundo laboral, como en la vida real nos
encontramos con todo tipo de personas: las agresivas, que a menudo pisotean los
derechos de otras personas llegando incluso a minar su autoestima; las pasivas,
que nunca toman la iniciativa en nada o las pasivas agresivos, que suelen ser
personas muy manipuladoras. Cualquiera de estas tres personalidades no nos
van a traer nada positivo.
En cambio, una personalidad asertiva deriva del
respeto hacia sí mismo y hacia los demás. La asertividad va muy ligada a la
personalidad, de ahí que el
primer paso para ser una persona asertiva consiste en tener autoestima y
confianza en uno mismo. Es todo un proceso de
aprendizaje. Estos son algunos consejos para ser más asertivo:
·
Ten
un buen concepto de tí mismo. Se lo transmitirás a los
demás. Es importante tener autoestima. Recuérdate a ti mismo que eres tan
importante como los demás. No te dejes intimidar.
·
Se
educado. Estar enfadado provoca confusión en uno
mismo y hace que los demás te vean como una persona débil, histérica y con baja
credibilidad. Hay que escuchar a los demás y tener en cuenta sus puntos de
vista. Negar o ser testarudo no suele funcionar a largo plazo. Es mejor guardar
la calma y educada, pero firmemente, exponer la opinión propia.
·
Discúlpate
cuando sea necesario. No tienes que estar pidiendo disculpas por todo, a
menos que sea necesario hacerlo. Si reservas las disculpas para cuando sea
oportuno, no disminuirás tu amor propio y los demás te tomarán en serio para
otros asuntos.
·
Di
no cuando quieras decir no. No seas una persona sumisa. En los momentos en que no
estés de acuerdo, exprésalo, con respeto. Los demás agradecerán tu honestidad.
·
No
arrincones a los demás. Deja que los demás se expresen y trata las personas
con respeto. La humillación nunca es una opción.
·
Nunca
recurras a las amenazas. Tu credibilidad,
desaparecerá. Una afirmación tranquila de los pasos que se está dispuesto a
seguir es mucho más eficaz.
·
Acepta
los errores cuando sea necesario. ES imposible que siempre
lleves razón en todo, así que reconoce cuándo te has equivocado. Acéptalo con
elegancia.
·
Mira
a los ojos cuando hables con los demás. No se trata de
intimidar, si no de demostrar seguridad en ti mismo.
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